sábado, 13 de noviembre de 2010

Trigésimo Tercer Domingo del Tiempo Ordinario

Mal 3, 19 - 20a  ( A los que honran el nombre del Señor los iluminará el sol, la salud, la justicia )
Salmo 97            (Regirá el orbe con justicia y los pueblos con rectitud)
2 Tel 3, 7 - 12    (Un ejemplo que imitar)
Lc 21, 5 - 19      (Ocasión de dar testimonio)

Y hasta vuestros padres y parientes y hermanos y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros; y todos os odiarán por causa mía
Pero ni un cabellos de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perserverancia salveréis vuestras almas

¿No parece que Jesús anda un tanto contradictorio en esta ocasión?
¿Qué supone perder hasta el último cabello de nuestra cabeza -cosa que al menos a los hombres puede ocurrirnos de forma totalmente natural e independientemente de nuestros actos o nuestra voluntad- comparado con tener que dar por perdido -más allá de nuestra voluntad, con todo el dolor de nuestra alma- a nuestros seres queridos por una total incompatibilidad de cuerpo y espíritu?
Porque en cuerpo y en espíritu decimos sí o no al Señor. Con una cosa y con la otra. Para que no puedan darse estas ambigüedades que muchos aprovechan para salirse por la tangente
Dios no quiere dolor, ni carnal ni espiritual; quiere amor
Pero el amor, como el caminar, se demuestra amando; se manifiesta caminado. Nunca ociosos; jamás estancados
Hasta los mejores reclaman en ocasiones la necesidad de derramar sangre.
Mi modesta opinión: hasta donde el Amor requiera... con el mínimo de dolor, con la máxima entrega
El Amor siempre es gozoso ¡Otra cosa debemos sospechar en caso contrario!
Donde hay Amor, no puede el odio: puede el Amor
Por eso no es importante que todos nos odien por causa suya: El Amor todo lo vence
Ni uno solo de nuestros cabellos perecerá
Los mártires, gozosos, bien lo saben

En el Amigo
al + mc

1 comentario:

  1. Hola su chico:

    Ahora que algunos medios de comunicación se encargan de desvirtuar y burlarse de la Fe cristiana.
    Este Evangelio, que escuché con atención en la Misa de ayer, Sábado a las 7,30 de la noche.

    Me trasmitió mucho.
    No matan fisicamente, pero si quieren anular la Fe en Cristo de las personas, para llevar a una sociedad de puro consumo.

    Y ermino por hoy diciéndote.
    ¡Che, amunt els cors!.

    Una abraçada, Montserrat

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