Gn 12, 1 - 4a (Abrán marchó como le había dicho el Señor)
Salmo 32 (su misericordia llena tierra)
Tm 1, 8b - 10 (Jesucristo ... sacó a la luz
la vida inmortal, por medio del Evangelio)
Mt 17, 1 - 9 (Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto.
Escuchadlo)
Muy pocas son las palabras directamente pronunciadas por Cristo las que han llegado a nosotros. Las más incuestionables,sin duda, en las que en arameo nos revelaba el amor del Padre: ¡abbá!.
Nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquél a quien el Hijo quisiera revelárselo
Sin embargo de muchas maneras habló Dios en otro tiempo: a Abrahám y a Moisés de una forma muy especial, cara a cara; a los profetas; también al propio Pedro de una forma muy singular
¿Oir la palabra de Dios Padre es una gracia a la que solo unos escogidos son llamados?
Sin duda la respuesta es un claro ¡no!
Todos oímos en nuestro corazón: "Buscad mi rostro"
Debemos pues, estar cerca y cercanos al Señor
Entonces oiremos, veremos y gozaremos de nuestro Dios Padre y de su Hijo el amado.
Escuchémoslo
En el Amigo
al + mc
jueves, 17 de marzo de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hola su chico:
ResponderEliminarEscuchemoslo.
Un abrazo, desde esta Valencia en Fallas,para ti y Marietta, Montserrat