Is 6, 1-2a. 3-8; Salmo 137; 1Cor 15, 1-11; Lc 5, 1-11
"Tú también serás pescador; lanza tus redes y espera en el Señor"
El hombre de labios impuros, pero que elige postrarse ante el Señor; aquél que reconoce no poder nacer a la Luz sin la gracia del Dios conmigo… éstos son los elegidos de la Palabra para ser sus testigos.
San Agustín así nos lo señala: "Dame, dice Cristo, a ese pescador; dame a ese hombre simple y sin instrucción; dame a ese hombre con el cual el orador, el senador o el emperador no se digna hablar, ni tan sólo cuando le compra pescado. Sí, dame a ese hombre. Cuando lo haya llenado, se verá claramente que soy únicamente Yo quien actúa.”
Recostemos nuestro corazón para escuchar a Isaías, profeta, la santidad de nuestro Señor; y su voluntad de, ante todo, obedecerle.
Para oír del apóstol Pablo el fundamento de nuestra fe; y que lo pequeño de este mundo es lo más grande del Reino.
Y, en el Evangelio, el cuerpo y el alma pongamos en pié. Pues el Pescador tiene la Palabra
miércoles, 3 de febrero de 2010
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"Dame, dice Cristo, a ese pescador; dame a ese hombre simple y sin instrucción; dame a ese hombre con el cual el senador no se digna hablar, ni tan sólo cuando le compra pescado. Sí, dame a ese hombre. Cuando lo haya llenado, se verá claramente que soy únicamente Yo quien actúa.
ResponderEliminarCiertamente, llevaré a cabo mi obra en el senador, en el orador, en el emperador; pero mi obra será más evidente en el pescador.
El senador, el orador y el emperador pueden gloriarse de lo que ellos son; el pescador, únicamente de Cristo.
Que el pescador venga a enseñarles la humildad que procura la salvación. Que el pescador pase primero"
San Agustín
Hablar del gigante que es el profeta Isaías me complace extraordinariamente,
ResponderEliminarYa que su vocación de alguna manera guarda estrecha relación con mi propia vocación contemplativa y recordar, saborear cuando y cómo Dios se hizo entender para que yo le dijese: «Aquí estoy, mándame».
Isaías se siente impuro ante la visión de la belleza y gloria de Dios contemplada desde lo que da a conocer toda visión intelectual a la cual le sigue el propio contenido de la teofanía de Dios. No obstante, aún sintiéndose impuro, Dios le hace la gracia de simbólicamente acercar por medio de un serafin una ascua a sus labios para dejarlos limpios.
Cuando se tiene una experiencia de Dios de tales dimensiones, todo invita al silencio y si uno se atreve a preguntar cómo va a suceder lo que Dios le propone, lo hace desde la sorpresa más que desde una mera curiosidad.
Tal es así como Dios actúa, que toda vocación trae inherente una MISIÓN.
En el A.T, la vocación en los profetas, se representan primero por la manifestación explícita de la relación de elección que el amor de Dios establece para Israel.
Dios se dirige a la conciencia, a lo más íntimo del corazón, alterando su existencia y haciendo de él una persona nueva. Así que Dios nos puede limpiar de todo pecado simplemente dejándonos abrasar no sólo los labios como a Isaías, sino todo nuestro ser y pronunciar: unos, los votos religiosos, otros dejar una drogadependencia, otros recibir el sacramento de la reconciliación y en cualquier caso, hacer una conversión y confesión de que estamos dispuestos a seguir a Jesús y nos ponemos al servicio de Dios , esperando que nos hable para ser lo que él nos pida, aún en medio de un pueblo, una sociedad tan pecadora como nosotros.
Hagamos un silencio grande en nuestra alma para saber escuchar la voz Dios y poderle responder «Aquí estoy».
Y ahora nos encontramos con un salmo precioso, donde el corazón del salmista desborda de gratitud ante la misericordia y le pide que no abandone la obra de sus manos, por lo tanto, el hombre se siente seguro que su misión se llevará a término porque Dios le mandó a proclamar su gloria por toda la tierra.
Y sin dejar de proclamar la grandeza de Dios , se nos presenta el Apóstol de los gentiles, recordándonos que él mismo les llevó la Noticia de la Buena Nueva y que la aceptaron y les hace un recuento de cuantos hermanos en la fe le precedieron para anunciar el evangelio y que conocieron a Jesús en sus apariciones y por último se pone él como un aborto, queriendo significar que era en comparación con sus hermanos no merecedor de tal gracia cuando Jesús se le manifestó en Damasco y le había perseguido fanáticamente en la carme de los cristianos.
¿Qué locura que Dios nos tiene?, que de perseguidores, de indiferentes, de profanadores de su Iglesia, nos hace ver la luz de la Verdad.
Más el Apóstol afirma: «Pero por la gracia de Dios soy lo que soy y su gracia no se ha frustrado en mí».
Nos podemos aplicar a nosotros, que a pesar de nuestras debilidades, la gracia de Dios es abundante por la locura de amor que nos tiene a cada uno.
«Venid a mí, -dice el Señor- y os haré pescadores de hombres»
Y por último nos queda elJesús nos dice: «NO TEMAS» y sólo falta añadir….«Déjalo Todo»
Sor.Cecilia Codina Masachs O.P
Isaías 6, 8:
ResponderEliminarOí la voz del Señor, que decía: “¿A quién voy a enviar? ¿Quién será mi mensajero?”
Yo respondí: “Aquí estoy, envíame a mí.”
Al leer esta lectura, no caigamos en el error de pensar que hay unos que son enviados y otros que no.
Todos somos mensajeros, voceadores, pregoneros, portadores de la semilla divina, del regalo de la Vida que transportamos con nuestra existencia. La única diferencia entre unos y otros, es el ser o no conscientes de este hecho.
De la misma manera que estoy unida a mis amigos y a mis personas queridas, igualmente y con mayor profundidad, estoy conectada a mi creador, que me ha enviado a esta tierra.
“Creado, con una dependencia absoluta. Mi existencia es una creación continua. Cada instante una nueva creación. Sentir esa dependencia divina, esa operación creativa de cada momento.
Esa continua creación es fuente de una humildad profundísima, pero al mismo tiempo de una fortaleza extraordinaria. (Pedro Arrupe, S. J.)
Demos un paso adelante, como un buen soldado, como un guerrero valiente
que quiere participar conscientemente en los acontecimientos de su vida y ofrezcámonos como voluntarios, en la intimidad de nuestro silencio interior:
Aquí estoy, envíame.
Prepárame
Querido amigo:
ResponderEliminarPerdón por mi ausencia.
Me gustó mucho la canción, tanto la letra como la voz maravillosa que la entona.
Mi aporte a las moniciones del domingo es pequeño y simple, espero te guste.
Al “ver” Isaías la Grandeza del Señor, se reconoce tan impuro que se siente morir. En ese momento es ayudado por el ángel que purifica sus labios, y por ello puede dar el Sí a su Señor.
Pablo, que se denomina a si mismo “como el producto de un aborto”, por considerarse nada frente a Jesús, predica lo que recibió de su Señor y Salvador.
La palabra de éste 5º domingo ordinario, nos enseña que al igual que los pescadores, cansados por una noche sin frutos, nosotros no debemos desesperanzarnos ante las dificultades y fracasos. El Señor, nos pide que tengamos Fe y confiemos en su providencia, porque el jamás nos abandonará. Así como los pescadores, volvieron a tirar sus redes, nosotros debemos perseverar en nuestros valores cristianos y en nuestras pequeñas tareas diarias, más allá de lo poco, lo mucho o la nada que obtengamos momentáneamente.
La sola perseverancia es testimonio de fe y amor a Jesús, y ello ya es buen fruto.
Cariños desde los Andes Sanjuaninos.
Y bendiciones para tu esposa y tus hijos.