lunes, 21 de junio de 2010

Decimo Tercer Domingo del Tiempo Ordinario

1Re 19, 16b. 19-21; Salmo 15; Gal 5, 1. 13-18; Lc 9, 51 - 62


"Tú Señor, eres el lote de mi heredad"


No se trata  de renunciar a ninguno de los "placeres" de este mundo.
Se trata de ir saboreando los manjares del Banquete del Reino de los Cielos ya en este mundo.
Pablo y el propio Señor, ¿qué queréis?, ¡tambíén son humanos!, parecen muy estrictos en su forma de decirlo.
Pero, fíjate bien: ¡nos invitan al Paraíso!
Así supo verlo Eliseo; ¿también tú?; ojalá yo.

1 comentario:

  1. Hola Su Chico:

    Yo pienso que si tengo una Fe plena en el Señor, me ayuda a ir pasando por las dificultades que hay en la Tierra, con más suavidad.

    La Fe y la Esperanza en Dios ya son dos regalos para nuestro cerebro humano

    Luego ya vendrá lo que tengo que venir.

    Un abrazo para ti y pasa Marieta, Montserrat

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