miércoles, 1 de septiembre de 2010

Vigésimo tercer domingo del tiempo ordinario

Sb 9, 13-1; Salmo 89; Fi  9b-10. 12-17; Lc 14, 25-33 

"Junto con Jesús iba un gran gentío"


Se precia la Jerarquía de los millones de cristianos en el mundo... 
¿Los somos? De verdad... ¿tántos?
Cantidad frente a calidad...
Cantidad de preceptos cumplidos...¡de eso se preciaban los fariseos y escribas!
Y nosotros, pretendemos ser más fieles cumplidores que los mismísimos judios que ahora minusvaloramos... como un nuevo y mejor pueblo escogido, capáz de engendrarse hijos de las pulcras piedras del desierto.
Calidad insuficiente para darnos cuenta de la Sabiduría que nos falta: ser capaces de librarnos de nosotros mismos; de estas cadenas que nos hacen pensar que somos más libres que otros... simplemente porque nosotros tenemos 'una' llave, sin recaer que, ahora sí, es cantidad de ellas que no disponemos.
Pablo, encerrado bajo una de estas llaves, pudo, sin embargo ofrecer la libertad no a Onésimo sino a Filemón.
Abracemos nuestra cruz - las llaves de antaño tenían cierta forma de cruz ansata, ¿recordáis? - Así nos lo recomienda el Señor; y su Sabiduría nos salvará.
No vale pues, "excusa de muchos, consuelo de... "
 

1 comentario:

  1. Buenos días:

    Tanto las moniciones, como la canción , me han gustado mucho.

    Un abrazo a ti y Marieta, Montserat

    ResponderEliminar