lunes, 1 de marzo de 2010

Tercer Domingo de Cuaresma

Ex 3, 1-8a . 13-15; Salmo 102; 1Cor 10, 1-6 . 10-12; Lc 13, 1-9

"El Dios de nuestros padres y Señor nuestro nos envía a esta generación. Debemos hacer un gran esfuerzo por ella: son nuestros hijos. Que su fruto sea el nuestro"

2 comentarios:

  1. Si viviéramos en verdad esas palabras, haríamos muho más port todos.
    Hasta donde nuestro pecado de omisión, mantiene ciegos a nuestro hijos y los hace insensibles a la realidad de los demás.
    Hasta donde nuestra indiferencia y nuestro egoismo deja desvalidos a los hermanos.
    Hasta donde nuestro silencio es complise con las fuerzas del mal.
    En tiempo de cuaresma, nuestro examen de conciencia debe ser reamente muy profundo y sincero.
    No se si sirva este pensamiento a las miniciones, pero quise compartirlo contigo.
    Dios colme de bendidiones atu familia.

    ResponderEliminar
  2. . Vio entonces el Señor que este se acercaba y le llamó la atención como cualquier propietario de un campo. « Moisés, Moisés«», no te acerques aquí. Descálzate, que el lugar que estás pisando es sagrado.
    Y Dios revela su identidad«Yo soy el que soy»y Moisés se tapó la cara, porque no se atrevía a mirar a Dios.
    El Señor le explicó que conocía las penas de su pueblo y que había escuchado sus lamentos en la esclavitud de los egipcios. Y sin más le dice«Bajaré para darles la libertad y los haré subir de aquel país hacia otro país donde abunda la leche y la mil. Y Moisés bajo con la misión de explicarles quien era «YO SOY»

    ¿Cómo aplicar esta lectura a nuestra vida? Debemos de acordarnos que el que «Es, el que soy» es cada uno de nosotros en la vida cotidiana y al acercarnos al hermano significa acercarnos al fuego abrasador del amor de Dios que por el Espíritu Santo ha infundido dentro de cada uno de nosotros, y con ese respeto tenemos que descalzarnos ante el misterio de cada hermano trenzado en su vida.
    Nuestro hermano es un misterio y muchas veces nosotros nos acercarnos a él con la misma curiosidad que Moisés para ver la zarza y Dios, le advierte que es un terreno sagrado. Sí, nuestro hermano es un terreno sagrado tanto, que no debemos perturbarle arrojándole nuestras quejas.

    La misión de Moisés se revaloriza en cada uno de nosotros y para salir de la esclavitud del pecado y poder subir de pecado a la tierra de la abundancia, previamente tenemos que pasar por el desierto.
    Muchos murieron en el desierto, murieron por sus quejas continuas, no estaban contentos con nada,
    ¿Y qué hacemos nosotros? Lo mismo, protestar porque no nos dan lo que queremos, porque estamos enfermos, porque nos hemos quedado en el paro, porque no podemos pagar la hipoteca, protestar del profesor que nos pone más deberes….Y ya sabemos como acaba la protesta«Nos quedamos sin nada y amargados y amargando a los que nos rodean.
    Es justa hacer una protesta, de saber pedirla, no obstante hay que esforzarnos antes para conseguirla, y hoy en día se prefiere que todo se nos de hecho.
    Sor.Cecilia Codina Masachs O.P

    ResponderEliminar