lunes, 7 de junio de 2010

Undécimo Domingo del Tiempo Ordinario

Sm 12, 7-10.13; Salmo 31; Gal 2, 6.19-21; Lc 7, 36--8, 3

"Supongo que aquél a quien se le ha perdonado más"

¿Acaso nuestro Señor, alfa y omega, tan paradógicamente contradictorio, quiere hacernos "luz de gas" proponiéndonos pecar más para así más ser perdonados?
Antes que me quemen por hereje, ya respondo:
Primero, nuestro Maestro (al menos en la parábola) no habla de pecar si no de "deber"
Aún así, vale, aun queda eso de "al que poco se le perdona, poco ama" ...¡Uf!
Segundo, Cristo no especifica en qué consisten "sus muchos pecados" (Apuesto a que cada cual tenemos nuestras listas, enumenrando de forma descendente "sus" muchos pecados). Pero tal vez, tan largo listado solo sea memoria de las veces que olvidó su "deber"
Tercero, ¡somos tan vanidosos como cortos de saber!
Así que perdonad la mia por insistir con el ejemplo:
¿Qué significa "más"? 
¿Dónde encontramos "más" números?¿Entre el uno y el dos o entre el uno y mil?
Naturalmente, entre el uno y el dos no parecen haber más números que entre el uno y el mil. Pero entre el uno y el dos está el uno y medio; y el uno con veinticinco; y el uno con ciento veinticinco; y... ¡tantos como entre el uno y mil!
Cristo, en la cruz, a todos nos perdona lo mismo; porque todos lo mismo le debemos: la Vida.

Y "más": ¿en qué consiste, cuál es ese "deber"? Lo sabemos, ¿verdad? "Amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos"
Pero pasa que ni siquiera sabemos amarnos bien a nosotros mismos

Pablo, como la Magdalena, está cerca de la Verdad: "No soy yo, es Cristo quien vive en mí"
Y, si me lo permitís, yo añadiría (aunque solo sea este breve momento de fe) que por El, viven en mí mi chica, mis hijos, mis padres, mis hermanos, todos vosotros mis amigos.
"Más" me vale; pues por vosotros, por la fe que pongo en el amor que os tengo... en ese amor, por esta fe, ya estoy perdonado

1 comentario:

  1. COMO SE NOTA QUE ERES PROFESOR DE FISICA PUEDE SER ¿QUANTICA? O MATEMATICAS.

    QUIZA YO NO ME DETENGO A PREGUNTARME NADA.
    ME PONGO EN LAS MANOS EL SEÑOR.

    UN ABRAZO, Montserrat

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