viernes, 25 de diciembre de 2009

La Sagrada Familia, Jesús, María y José

1 S 1, 20-22. 24-28; Salmo 83; 1 Jn 3, 1-2. 21-24; Lc 2, 41-52

"Dichosos los que viven en tu casa, Señor"

Sin iglesia chica (doméstica) no habrá Iglesia Grande

¿Es actual y realista el modelo de familia que nos presentará hoy el Evangelio: Un padre, una madre, un hijo, unos hijos?
Porque en nuestra sociedad empiezan a ser muy habituales niños con un solo padre, con una sola madre; niños con dos padres, quiero decir, padre él y su pareja, también.
Y con tanto divorcio y “recasamiento”, encontramos quien tiene tres o cuatro padres y también hasta tres y cuatro madres… Bueno, madres no; que madre no hay más que una, ¿verdad?
Por eso deber ser significativo que la fiesta sea la Sagrada Familia (dos puntos): Jesús, María y José
De un hombre, de una mujer, de un niño.
De José, que supo renunciar a sí mismo y romper con todo estereotipo de padre para ocuparse y preocuparse de su mujer y su hijo.
De María, obediente en aquello que realmente importa: favorecer la vida.
De Jesús, un niño, un adolescente que desea su libertad pero sabe someterse a la Voluntad.
Debemos aprendernos bien la lección que hoy se nos explica para que cuando se nos pregunte: “¿Quién es vuestro padre, vuestra madre, vuestros hermanos?” digamos con una amplia sonrisa, mirando alrededor: “Esta, ésta es mi familia”. Y alguna otra y algunos otros que circunstancialmente no están presentes, pero sí están donde realmente importan.
Así, pues, con gozo y en familia, escuchemos esta buena noticia que nos trae hoy la Palabra.



1 comentario:

  1. Mi estimado Alfonso:
    Estos días son días muy especiales y no tenemos casi tiempo de hacer otra cosa que sacar a delnate la vida comunitaria..
    Pero de las lecturas de está Solemnidad, deseo destacar la lectura del Eclesiástico 3,3-7. 14-17a
    «Dios hace al padre más respetable qulos hijos y afirma la autoridad de la madre con su prole,el que honra a su padre espía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros».
    Bueno la lectura incita al amor filial y a un honra para cuando los padres ya ancianos desvarien y se comporten como si fuesen niños.
    Hoy nuestra sociedad, está poco a poco evadiendo ese don de poder honrar a sus padres en la vejez, cuidar de ellos como antes lo hicieron ellos con sus hijos. Algunos prefieren llvarlos a residencias, o asilos para ancianos y desvincularse de toda rsponsabilidad.
    Hace unos meses leía en una revista qu un estado de Ámerica, existía una entidad que promovía a los matrimonios jóvenes que adoptaran a los ancianos que no tenían quien los amara, y al parecer va dando frutos. ¡Ya vemos!unos adoptan niños y otros adoptan ancianos, el problema no está en la adopción , sino ¿Con qué fin se adoptan?, ¿Es por amor al prójimo o bien por satisfacer una necesidad del ego?
    Sea como sea, como no podemos juzgar, demos gracias a esas personas que intentan dar amor y felicdad a los ancianos y a los niños que no son queridos..
    La Familia es algo muy sagrado y no debemos consentir que se destruya su finalidad instituida por Dios y cuyo reflejo lo podemos vivir y revivir en «Jesús, María y José»
    Sor.Cecilia Codina Masachs O.P

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